Dejar ir y dejar fluir
Un mensaje desde Arriba, para compartir
En este post les quiero compartir un mensaje que me llegó un día que estaba meditando y haciendo escritura libre.
Me parece muy importante escucharlo y compartirlo, como el mismo mensaje dice. Trata sobre dejar ir y fluir con nosotros, con nuestro cuerpo, con el conocimiento que estamos adquiriendo.
Léanlo y díganme qué les parece, cómo lo sienten y si ustedes han sentido algo ahí que les llama o les hace click.
¡Los quiero!
Dejar fluir parece ser una nueva moda entre los humanos estos días. Y hay una muy buena razón para ello. Están aprendiendo a lidiar con su nuevo despertar espiritual de una manera mucho más rápida de lo que incluso nosotros habíamos imaginado. Su conciencia está creciendo a una velocidad sorprendente. Por ende, deben hacer espacio para que entre el nuevo conocimiento. Decimos nuevo, pero no es en realidad nuevo, ni siquiera para ustedes. Esta información aparentemente nueva ha estado almacenada dentro de sus almas y células por milenios y finalmente está despertando en su conciencia humana.
Deben dejar ir todas las emociones y credos que los han llevado a creer que son seres limitados. Son tan abundantes como deseen ser. Tanto espiritual como física, mental y emocionalmente. Hay, literalmente, cero límites. Sientan el ritmo de su corazón. Sientan el latir de la Tierra y lo sabrán. Ya lo saben.
Conforme sigan su corazón y continúen creciendo en esta dirección, se verán libres de todas las adiciones innecesarias. Y al decir adiciones nos referimos a todo lo que ha sido agregado a lo largo de los años a su experiencia actual. Estas adiciones pueden ser amigos, posesiones, familia, pensamientos, creencias e incluso células corporales. Pueden encontrar que están perdiendo cabello más rápidamente que antes, que sus uñas crecen más rápido, que sus pestañas parece ser que crecen fuera de proporción e incluso su grasa corporal puede cambiar en formas que no habían experimentado anteriormente. Esto es todo parte del proceso de adaptación su cuerpo físico. Fluyan con ello y no tengan miedo.
Ahora, más que nunca, necesitan escuchar a las necesidades de su cuerpo. Sigan su guía, coman cuando y lo que necesiten comer. Corran, caminen, duerman, rían, lloren, griten. Hagan lo que su cuerpo les indique. Pero tengan cuidado. Para hacer esto, deben estar en total sincronía con su cuerpo. Especialmente al principio de esta fase, cuando tengan un antojo, conténganlo. Tomen agua primero. Luego esperen. Si aún está ahí el antojo, esperen unos momentos más. Respiren, relájense. Piensen en algo más. Ocupen su mente con otro asunto. Luego pongan atención de nuevo. ¿Sigue ahí el antojo? Intenten encontrar su origen. ¿Con qué los puede ayudar? ¿Tiene sentido que sigan ese antojo? Identifiquen su fuente, sus necesidades. Conózcanlas. Después de un tiempo, si lograron efectivamente identificarlo, comprenderlo y siguen sintiéndolo, satisfáganlo. Sigan el antojo. Fluyan con él.
Es un proceso complejo, este al que ustedes se enfrentan. No será fácil. Particularmente si luchan contra él. Fluyan y dejen ir. Dejen ir y fluyan. Todo es parte del proceso. Algunas partes serán difíciles. Otras más fáciles. Pero siempre confíen en ustedes, en su intuición.
Este mensaje es claro. Compártanlo como puedan y deben. Déjenlo fluir. Se necesita y es necesario.
Con amor,
Los Líderes Espirituales de Arriba, sus amigos.