Yoga y los ángeles cambiaron mi vida – Parte 3

El día que cumplí 26 años empezó el retiro en el que aprendí a sanar con los ángeles (y a reencontrarme con el yoga). Ya les he ido contando cómo a través del yoga y los ángeles (parte 1 y parte 2), mi vida fue dando tumbos y ajustes. Bueno, ese día lo inicié meditando en la playa, algo que siempre he disfrutado y repito cada que puedo.

Y llegaron los ángeles – Aprendí a Sanar Sanando

Julene Allende - angelóloga

Todavía recuerdo la emoción con la que llegué al punto de encuentro. Allan, quien da el retiro, me pareció muy simpático cuando se presentó, muy joven. Yo no sabía ni qué pensar ni qué esperar. Iba dispuesta a sanar, seguir soltando la tristeza que me asaltaba de tiempo en tiempo.

Fue una de las mejores experiencias de mi vida.

Cada meditación la sentía super profunda. Me encantaron todos los ejercicios. Conocer a tantas personas tan abiertas de mente y corazón, todos viviendo cosas similares… Se me abrieron las puertas a un universo distinto. La clase de yoga de la mañana me recordó lo mucho que lo disfrutaba. Hubo una clase de yoga para niños (el niño interior, jeje, porque éramos puros adultos) que se me hizo lo más original y divertido, ¡perfecto!

En uno de los ejercicios en los que una compañera me estaba haciendo una lectura quedé impresionada. Me dijo que estaba muy acompañada, que había varios seres queridos conmigo. Y ¡bam! que empieza a describir a la abuela, luego a Man… Y me preguntó si tenía hermanos, así que le hablé de mis hermanas (ni por aquí me pasó Iker…). “No, es que veo un chavo, como dos años mayor que tú, se parece a ti, aunque tiene barba y cabello castaño”. Me puse toda chinita. ¡Era Iker! Una chava que no sabía nada de mí, ni de mi historia, me estaba diciendo que Iker estaba conmigo y que me decía que todo estaba bien. Todavía se me llenan los ojitos de lágrimas de acordarme de ese momento. Tantas pérdidas, tantos cambios, tanto todo… Y ellos seguían conmigo, acompañándome y dándome su apoyo y su amor.

Los ángeles siempre conmigo

Para ese punto, yo no podía estar más convencida de que todo lo que había estado pasando en mi vida era por algo. Que estaba en ese retiro por algo. Que tenía que aprender a darle estructura a lo que ya hacía. Las lecturas de “guías” que eran ángeles, las ganas de ayudar a otros, de hacer yoga…

Yoga para niñosSalí del retiro emocionadísima. Hoy en día digo que me dio cursitis aguda ? Me metí al curso de Rainbow Kids Yoga y luego al segundo nivel de Angelología también con Allan. De ahí, me metí a varios cursos en línea de Doreen Virtue y me certifiqué como lector de cartas, de reinos angélicos… Hice mis terapias de tarea y pues ¡me seguí! Seguí dando y dando terapias. Estaba fascinada.

Y como en un mundo paralelo, en mi trabajo sufría.

Seguía con migrañas, con estrés… Mi jefe me preguntó por qué no me salía, en buena onda y extraoficialmente. Ante la empresa ya había pláticas de ampliar el departamento de contenido y que hubiera más gente trabajando a mi cargo, ala, bla bla…. Típico que cuando estás alineándote a tu camino espiritual, el ego y el Universo siguen poniendo pruebas.

El caso es que seis meses después del retiro de los ángeles, me salí de mi trabajo Godinez, de 9-6pm y me aventuré a dar terapias.

Abrí mis alas y a volar

abre tus alasA eso todavía le siguió un año más de mucho aprendizaje, golpes de realidad y aventuras bellísimas. Hice mi curso de certificación de yoga, una experiencia completa, desde mis raíces hasta el cielo. Fueron cinco semanas de reto físico y exploración mental y emocional. Descubrí más de mí de lo que me esperaba, desde mi cuerpo hasta mi capacidad de cambiar.

Además, hice un viaje a mis raíces que me abrió los ojos a otro mundo. Allan y Susy Rodríguez (a quien conocí en el segundo retiro de angelología) estaban planeando un viaje a Europa, para ir al curso de Angel Intuitive de Doreen Virtue. Y pues, para no hacerles el cuento largo, terminé yendo con ellos, con ayuda y guía de los angelitos por supuesto.

Fuimos tres semanas a Europa en un viaje divertidísimo, espiritual, mundano, familiar, angelical, increíble. Ya se los platicaré aparte, con tips y todo. Cuando regresé, ya sabía yo que no podía continuar como estaba, pero aún me faltaba dar el paso más fuerte. 

Soltar y comprometerme conmigo:

Mi práctica de yoga

amanecer 2015 yo meditacion en la playaEntonces llegó el 2015. Un año decisivo para mí. No sólo hice propósitos de cambiar mi vida, actué para lograrlo. Empecé el año haciendo una sadhana (una práctica de yoga) con la intención de comprometerme conmigo, hacer los cambios requeridos por mí y para mí. Y día a día los fui haciendo. Por eso digo que el yoga cambió mi vida, porque sin esa práctica, no creo haberlo logrado. No como lo hice, no con la fuerza que logré juntar. Todo cambió, yo cambié.

Bhakti Sadhna – Mi práctica de Yoga para mí, conmigo

Al fin, llegué a la parte de mi camino de más ajustes. Hice una práctica de yoga de un mes para comprometerme conmigo: mi Bhakti Sadhana. Una práctica devocional en la que principalmente me incliné hacia mí misma. A soltar lo que me detenía, lo que no era fiel a mí. A redescubrir lo que necesitaba para mí y a encaminarme a reconectar conmigo.

Claro, mucho tuvo que ver el diplomado de Tarot que hice, las meditaciones semanales en grupo (ya sagradas para mí), los varios retiros de certificación de angelología a los que he regresado ahora trabajando con Allan… Pero creo que de lo que más me ayudó, lo que más me encaminó fue esa decisión fuerte, energética, real, que hice desde ese 1º de enero de 2015.

30 días de cambios – 30 días de yoga

yoga sadhana 2015Esta práctica fue una de las tareas que nos dejaron en la certificación. La hice creando todo lo que pedían: una intención, un altar, un espacio especial, un diario… Muchos elementos que me acompañaron durante el proceso y lo hicieron aún más real, fuerte y tangible.

Me creé un “ancla”, una pulsera que me ponía en una mano y hasta que hacía mi práctica me la cambiaba a la mano en la que me quedaba más cómoda. Y así fue como diario, durante el mes entero de mi práctica me comprometí conmigo. Seguí una serie de prácticas (rutinas) de yoga que me llevaron desde soltar lo que no me hacía más bien, aquello a lo que me aferraba, hasta reconocer lo que necesitaba, fluir con lo que vivía y encontrar mi nuevo centroRenovada, muy cambiada, me sentí más en control de mí.

Claro está que el proceso de cambio no duró sólo el mes de mi práctica. Inició mucho antes, cuando empecé a darme cuenta de que no estaba bien. Que mi vida no me gustaba. Que me sentía incómoda en mi cuerpo, en mi trabajo, en mi relación. Que no hacía suficiente ejercicio, que no me daba mi lugar, tiempo y espacio para meditar y conectar conmigo.

Los cambios fueron pasando, se dieron, se dan. El cambio es la única constante. Pero hay que cultivarlo si queremos que nos lleve a donde queremos ir. Tenemos que guiarlo, con consciencia, con perseverancia, con compromiso. Con amor.

Y heme aquí

Jul Allende - blown away

Claro que el cambio sigue, y espero que no pare. He modificado muchas cosas de mí, de mi vida, mi manera de pensar y actuar. El yoga se vive dentro y fuera del tapete, en cada movimiento consciente, en cada respiración pausada (ujjayi pranayama ya es mi recurso principal, lo uso hasta al dar terapias y sanación). Sentarnos a pensar qué hacemos con nuestra vida, cómo la vivimos es primordial.

Encontrar nuestro centro y comprometernos con nosotros nos va acercando poco a poco a ser una versión más honesta y real de nosotros mismos. Evolucionando y creciendo siempre, con luchas y dificultades, como todos. No es cuestión de dejar de ver la sombra, volverse positivo a ciegas. Es cuestión de encontrar la bendición en cada experiencia, la enseñanza y la oportunidad. Porque siempre la hay.

Jul Allende guerrero 1 marAsí que heme aquí. Mi versión 2016: soltera de nuevo, 17 kilos menos (y contando ¿?), practicando yoga diario, ¡dando clases de yoga diario!, con una alimentación distinta, hábitos nuevos, aventuras, juegos, diversión…

Y muchos, muchos ajustes. Algunos muy alegres, otros dolorosos, otros que continúan, pero en todo momento, un bellísimo despertar a mí misma. 

Gracias

Gracias por acompañarme, leyendo sobre mi historia y el recorrido que aún no termina. Espero que mi testimonio te sirva de inspiración para emprender tu propio camino o continuar en el que ya te has trazado. Nunca es tarde y ¡sí se puede! :D

Si quieres y sientes que hace click contigo, déjame ayudarte ya sea con terapias, meditaciones o participando en mi Retiro de Conexión Contigo <3