La meditación es lo de hoy. Está de moda, todos saben que ayuda a bajar el estrés. Algunos hasta decimos que nos gusta meditar. Pero ¿eso cómo se come?

La gran mayoría todavía batallan con meditar y se frustran porque “no pueden poner la mente en blanco”, así que dejan de intentarlo. Lo bueno es que para meditar no necesitas poner la mente en blanco. ¡Es contraproducente intentarlo! La mente nunca para. Entonces decirle, “estate quieta” nada más nos frustra (lo opuesto a lo que buscamos).

Pero primero, lo primero… Ajá, todos dicen que es lo máximo, pero ¿por qué?

Beneficios de meditar

• Equilibrar el sistema nervioso
• Disminuir hipertensión
• Mejorar creatividad
• Reducir el estrés
• Mejorar concentración y enfoque
• Aumentar paciencia y tolerancia
• Mejorar oxigenación (respiras más profundamente)
• Reducir pensamientos innecesarios (no les pones tanta atención)
• Mejorar la intuición
• Dormir mejor
• Mejora bienestar general

5 Tips de meditación

Ok, sirve para todo eso. Pero, ¿cómo medito?

1. Comodidad

Siéntate cómodamente. De nada sirve estar con las piernas echas prezel si no puedes dejar de pensar en cómo acomodarte. Si al principio necesitas estar recargado en la pared, sentado en una silla o con las piernas extendidas, hazlo. Si te sientas en el piso, te recomiendo elevar la cadera, sentándote sobre un cojín o cobija doblada (como en la foto). Así fluye mejor la sangre a las piernas y no se te dormirán.

2. Ambiente

Crea un espacio de silencio y pocas distracciones. Sobre todo si te cuesta trabajo mantenerte quieto (aunque sólo medites por 5 minutos), aleja las distracciones. Apaga tu celular o ponlo en modo avión (incluso las vibraciones te pueden distraer).

Puedes usar aromaterapia para tranquilizarte, prendiendo una vela aromática o incienso. Usa olores que te gusten y que para ti sean relajantes, desde el aroma a “brisa marina” de una vela comercial hasta el copal natural o palo santo, pasando por lavanda, vainilla, sándalo, rosas, o lo que te recomienden.

Puedes poner música suave de fondo, sonidos de la naturaleza o estar en silencio. Prueba con varias alternativas y encuentra lo que te funcione. YouTube tiene mil videos de música para meditación.

Claro, que si puedes salir a meditar en la naturaleza (y si es lo tuyo) puede ser aún mejor.

3. Respiración

Para meditar hay que darle un trabajo a la mente, algo en qué enfocarse y algo a lo que regresar cuando los pensamientos te distraen (porque pasa, a todos nos pasa). Y lo mejor es la respiración.

Enfocarte en cada inhalación y exhalación ayuda estar presente, aunque no pienses en nada más. No necesitas tener una mega intención de sanar, liberar, perdónar, amar, etc… Puedes simplemente enfocarte en tu respiración. Listo, ya estás meditando.

Escuchar el sonido de tu respiración ayuda mucho y para eso a mí me gusta usar una técnica yogui que se llama ujjayi pranayama (click para ver video). Si ya te perdí con el sánscrito, ¡regresa!

Llámala Respiración Victoriosa (es lo que significa) o Respiración del Mar (porque suena algo así como las olas del mar). Para hacerlo tienes que respirar por la nariz nada más, cerrar un poco la garganta (como le haces cuando quieres empañar un vidrio con el aliento) y ya. Eso hace que el aire haga resonancia con la cavidad nasal y suena como en estéreo.

Entonces, tienes ya dos trabajos para la mente: mantener la garganta ligeramente cerrada para crear el sonido y escuchar tu respiración.

4. Afirmaciones

Ahora, si quieres darle una intención adicional a tu meditación o crear un trabajo más para tu mente, puedes usar pequeñas afirmaciones o frases para acompañar tu respiración.

Por ejemplo: “Inhalo amor, exhalo paz.” También puedes trabajar con opuestos como “inhalo tranquilidad, exhalo el estrés. Inhalo luz, exhalo oscuridad.”

5. Visualización

Las meditaciones guiadas (te propongo escuchar algunas de las minimedis que yo he guiado aquí), que te van llevando por un camino o te invitan a visualizar ciertas cosas también funcionan mucho porque (sigo con lo mismo) le dan un trabajo a la mente. Algo que hacer: ver, visualizar, imaginar.

También depende de qué te guste visualizar, incluso hay aplicaciones y páginas web que te resuelven el asunto de la imaginación y la música (como Calm) poniéndote fondos bonitos con música que puedes personalizar para mantener la mente enfocada en eso.

Igual puedes quedarte viendo fijamente la flama de una vela, el centro de un mandala, un paisaje natural o la punta de tu nariz con los ojos entrecerrados (ya la versión más tradicional).

Tu meditación

Como verás, la idea es que tú crees tu versión de cómo meditar. Lo que se adapte más a ti. Y quizás eso pueda ser en eventos de meditación en grupo (la energía de más personas suele ayudar a entrar en el estado adecuado) o irte a un rincón creado por ti y para ti en tu casa o mente…

Meditar no es estar sentado en postura del loto, todo vestido de blanco. No tienes que mantrar “ooommmmm” ni poner cara seria. Puedes meditar en movimiento, caminando en la playa, nadando, corriendo.

La meditación es enfocarte en el presente, en el aquí y ahora. Soltar lo demás. No darle peso a cada pensamiento, sino dejarlo ir y dejarlo pasar. Volver a aquello en lo que te estás enfocando.

Y tan tan. Ya meditaste. ¿Cómo te sientes?